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Caligrafías inmersivas

Instalación de gran formato que incluye papel de colgadura creado a partir de uno de los dibujos del estanque, posteriormente intervenido nuevamente en dibujo. Interacción de luz y letrero de neón controlados por Arduino.  

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Medidas mínimas del espacio expositivo: 5m. (largo) x 3,50 m. (ancho) x 3,50 m (alto)​

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Caligrafías inmersivas resultó del cruce de dos experiencias: una, la contemplación de la vida en un estanque durante un mes en el que me interné en una reserva natural teniendo muy escaso contacto con otros humanos; y dos, el efecto hipnótico, alucinante y desestabilizador de deambular por una ciudad que invita al consumo sin medida, como es Hong Kong, en un viaje que sucedió inmediatamente después de salir del estanque.

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EAT ALL. Letrero de neón, 2018. Serie de 5. 13,5 x 42 cm. Profundidad 7 cm. Bogotá, 2019.

 

La obra cita explícitamente a Bruce Nauman EAT WAR, 1986,  para establecer una relación entre lo que para él fue “comer” la amenaza de exterminio derivada de la guerra, con lo que es hoy “comer” la amenaza del exterminio derivada del agotamiento del planeta por el calentamiento global y el consumo excesivo. Interesan el gran poder visual de la caligrafía, tamaño y colores de Nauman, el hecho de que la luz de neón tiene relación plástica/visual con el tipo de entornos que exploro en Caligrafías Inmersivas, la carga política que hay en algunas de las obras de Nauman y en la discusión sobre la sostenibilidad de los recursos del planeta al ritmo de consumo actual.

​Expuesto: LA Galería arte contemporáneo, Exposición C O N T I N U O. Bogotá, 2022.

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C o  n  t  i  n  u  o

 

 

Las instalaciones de Blanca Botero nos empujan a lo abierto, al lugar donde los sistemas se atan con un hilo plateado, uno fino y consistente; para  Henrri Bergson: “Un finísimo hilo de plata une a los sistemas entreabiertos, desde el más pequeño conocido en el átomo, al más grande conocido en el sistema solar”, y a eso le llama: duración, tiempo cualidad – que es a su vez –, cambio continuo.

Continuo es el cambio y la duración que somos.

Y así, la artista ve en el polvo las estrellas y en lo contemplado ve su mirada.

Y así, la artista saltando al agua cae en el cielo.

 

(…) Un hombre que salta al agua salta en sí mismo,

salta en el agua dormida.

“Quiero saltar al agua para caer al cielo”

Neruda, hermano de Tales, hijos de Mileto.

¿Como puedo saltar al agua y caer al cielo?,

siendo en el salto cambio, soy agua y cielo,

humedad de bosques blandos y podridos,

sequedad de arcilla en los hornos,

agrupándome en minerales mientras salto.

Entre lo seco y lo húmedo va Tales de Mileto y Neruda del invierno,

va el hombre que salta y los minerales,

el mundo que flota como un disco en el agua,

como un pañuelo se mantiene ligero,

extendido a sus anchas de náufrago en la superficie,

como los guiños de la risa flotan en el llanto,

cambiando incesantemente (…)

 

Fragmento del poema “Principio Último”

Mario Opazo

©   2025  Blanca Botero

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