La casa que es un árbol alto
Mural cerámico, 2023
Medidas: 1,80 metros (Alto) x 30 metros (Largo)
Técnica: Impresión digital en cerámica. Imagen creada analógica y digitalmente
Impresión cerámica: donación de Organización Corona S.A.
Propietario UNIANDINOS. Diseño y derechos morales sobre el mural: Blanca Botero

Fragmento
A finales del año 2022 el Capítulo CIVITAS de UNIANDINOS-Asociación de exalumnos de la Universidad de los Andes abrió convocatoria para materializar su iniciativa de implementar la creación de un proyecto verde en colaboración (todos participan) para atraer a las nuevas generaciones, proyectar resultados en el largo plazo, y, además dar un hito para el espacio público en el Plan Parcial Plaza Chicó. Con ese norte idearon un concurso organizado y dirigido por la Asociación de Galerías de Arte Colombianas AGAC, en ese entonces dirigida por Liz Caballero. Por intermedio de las galerías, a dicha convocatoria se invitaron los artistas representados, y finalmente se lograron 16 propuestas habilitadas.
El propósito era montar el mural en el muro posterior de la sede nacional de UNIANDINOS, para lo cual un jurado multidisciplinar en el que participaron profesores de la Universidad de los Andes, de Corona Industrial S.A. y de Uniandinos eligió mi propuesta como ganadora. La ceremonia de premiación tuvo lugar en la Uniandinos, en mayo de 2023, y puede consultarse en el siguiente enlace:
Descripcion
El eje central del mural es una serie de doce árboles vistos desde la perspectiva de un observador de baja estatura, situado a pocos centímetros del tronco y mirando hacia arriba. Esta perspectiva podría corresponder a la de un perro o un niño pequeño. Entre las especies dibujadas hay Nogal, Urapán, Higuerón, Aguacatillo, Arboloco, Caucho de Tequendama, Yarumo plateado, entre otros. Además, sin correspondencia con la escala de los árboles, hay dibujos de aves, insectos, mamíferos, flores, frutos y líquenes distribuidos a lo largo del muro. Todos representan especies que habitan los árboles altos de Bogotá.
El diseño cuenta con diagonales que suben y bajan como una especie de olas, en un ritmo inspirado por mi observación de los árboles altos desde punto de vista antedicho, una mirada inusual para el humano, que puede apreciarse en la siguiente foto:

Conceptual
En cientos de formas recibo mensajes sobre la actual o la inminente destrucción de varias formas de vida en la Tierra y de la necesidad de actuar conjuntamente para detener la catástrofe. Como lo entiendo, la solución incluye efectivas acciones en frentes diversos como la conservación y regeneración de ecosistemas (bosques, océanos, pastizales, manglares, pantanos, permafrost, marismas mareales y praderas marinas), y la reducción rápida y permanente de emisiones provenientes de combustibles fósiles. Son muchos problemas y demasiadas posibles acciones por emprender, entre ellas la de educar, con la confianza en que el mensaje llegará a personas que escuchan y abandonan los hábitos de consumo nocivos. Percibo la particular sintonía de los niños, que preocupados por su futuro, escuchan, confían y actúan, y por eso presento un mural sencillo sin pretensiones conceptuales sofisticadas, que pueda usarse por niños, y por no tan niños, para jugar a identificar las especies bogotanas allí presentadas, y seguramente dispare la curiosidad y las ganas de cuidar lo que tenemos.
Habiendo comprendido que los árboles altos son descomunalmente importantes, y que afortunadamente nuestra isla de calor tiene bastantes de ellos, mi diseño presenta algunos de los árboles altos que hay en la ciudad y algunas de las especies que en ellos tiene su casa permanente o temporalmente, como es el caso de la Reinita, ave migratoria boreal que viaja desde Canadá, cruza América del norte por las carolinas, atraviesa el golfo por Yucatán y las islas del caribe para entrar a Colombia por la ciénaga de Santa Marta y posarse en los Urapanes de la sabana, incluidos los Bogotanos, para alimentarse de los insectos que están en su parte alta. Yarumos, Higuerones, Aguacatillos, Arbolocos, Cauchos de Tequendama, Nogales, Cerezos, Pinos romerón, Urapanes… a falta de ser pájaro o dron, yo los miro a través del lente de mi cámara desde el punto de vista inusual que comparto con algunos mamíferos, algunas aves (i.e. pavas), insectos, musgos y microorganismos que viven en ellos y que involucro en el dibujo.
Es muy demorado lograr arboles altos, así que es mejor cuidarlos. “Resultó que, en general, las acciones más eficaces desde un punto de vista medioambiental son las más económicas, y a su vez, las acciones menos eficaces son las más caras.” (De Garrido, 2011). El nuevo paradigma, me parece, está redibujando la relación del humano con las demás especies vivas. Respetarlos, admirarlos y quererlos, porque nuestros arboles altos son casas y corredores que usan nuestros vecinos no humanos para viajar entre los cerros orientales y los humedales del occidente de la ciudad. Los árboles son santuarios. Quien sabe hablar por ellos, quien sabe escucharlos aprende la verdad. No predican doctrinas y recetas; predican, indiferentes al detalle, la ley primitiva de la vida. Wanderung (Herman Hesse, 1912).
Proceso creativo
Usando una plumilla sencilla hice el dibujo con tinta china sobre doce paneles de cartón piedra:
Imagen fragmentada en dos partes y compilada
La siguiente foto muestra la calidad de la línea y la materialidad de esta tecnología analógica tradicional, que tiene la riqueza de generar pequeños derrames o desbordes de tinta gracias a la textura del cartón piedra. Estos pequeños derrames fueron importantes desde el inicio y quise mantenerlos en la imagen digitalizada, para que se percibiera que un mural de 30 metros nació como un dibujo hecho en 12 cartones tamaño carta, lo que representó un reto tecnológico importante. Como se verá una vez se instale, la impresión final logró materializar esta intención.
Hice el planteamiento del color en acuarela sobre fotocopias de los dibujos:
Después hice la colorización digital:
Sintetizando: el archivo digital que finalmente se imprimió fue creado mediante un proceso de gigantografía con muchas capas de trabajo: observación y conceptualización, fotografía, dibujo en tinta china, escaneado en alta resolución, acoplamiento digital, bocetos en acuarela, colorización digital, integración en un solo al archivo.
Con la experiencia técnica y la completa financiación de Corona Industrial S.A.S., el mural se imprimió entre marzo y mayo de 2023 en el municipio de La Estrella, Antioquia. Se utilizaron 288 baldosas cerámicas de 30 por 60 centímetros cada una, formato especialmente creado para este mural. El gran reto en impresión fue calibrar el color en la impresora, lo cual logró Corona utilizando la máquina de 6 tintas, para lo que fue necesario suspender la producción de su negocio durante un periodo de tiempo. Las muestras eran enviadas periódicamente en camión desde la Estrella (Antioquia) a mi taller. La generosidad y el compromiso de Corona Industrial S.A.S. con el proyecto fueron inmensas.
A pesar de las buenas intenciones y de los grandes esfuerzos del capítulo CIVITAS, de Uniandinos, y de su presidencia, ha sido imposible hasta ahora contar con los recursos para el montaje. Algunos miembros de CIVITAS han explorado opciones e incluso han avanzado en negociaciones para montarlo temporalmente en lugares como el Jardín Botánico, o donarlo a un parque, pero UNIANDINOS prefiere hacer esfuerzos mayores para lograr montarlo en su sede nacional, como inicialmente se planeó, lo cual se espera suceda pronto.
Para finalizar me gustaría añadir que murales como La casa que es un árbol alto adornan el espacio público y medios de transporte masivo de infinidad de ciudades, para mí sería una dicha que el mural encontrara un lugar en la ciudad para la cual se concibió.


